“Me
miró como evaluándome. Yo estaba esperando esa mirada. Era la clase de mirada
que decía: «Hablas como si fueras mayor de lo que aparentas».
Confiaba en que lo asumiera deprisa. Resulta tedioso que te hablen como si
fueras un niño, aunque lo seas”
Al leer estas palabras en "El nombre del viento" me he sentido demasiado identificada.
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