“Ésa soy yo. Una tonta adolescente que no busca su sitio en el mundo porque ya lo ha encontrado junto a un papel en blanco y una historia sin contar”.

lunes, 10 de marzo de 2014

"Y que se entere el mundo que no importa nada más"

Escuchas una canción. Cualquiera. ¿De qué trata la letra? De amistad, de cariño, del dolor de una pérdida.  Amor todo al fin y al cabo.
Lees un libro. Me da igual cuál. De fantasía, de aventuras, de magia, futurista. ¿Qué hay en él? Fijo que una trama de amor. Puede que no sea el tema central de la obra pero, ¿a que aparece una pareja, novios o matrimonio, una gran amistad, un hermano? Amor después de todo.
Una serie de televisión. Puede ser policíaca, una telenovela, sobre la vida en el hospital, un reality show… Infinidad de ellas. ¿Qué hay en todas? Alguna relación amorosa.
¿Por eso odiamos tanto el amor? ¿Porque está presente en todos los ámbitos de nuestra vida? Pero, entonces, es fácil solucionarlo. No escuches la letra de las canciones, pon sólo música clásica o melódica. No leas libros, sólo las noticias en el periódico. No veas series televisivas, tan sólo concursos individuales y el telediario.
 ¿Por qué no lo haces? ¿Por qué te sabes la letra de la canción de let her go entera? ¿Por qué sigues leyendo 50 Sombras de Grey si te da igual con quién acabe Anastasia? ¿Por qué quieres saber si Katniss elegirá a Gale o a Peeta, y Bella a Edward o a Jacob? ¿Por qué quieres seguir viendo a Castle y Becket juntos? ¿Por qué te molesta la insensibilidad de Bones? ¿Por qué no dejas de ver Pretty Little Liers o Gossip Girl?
 Si tanto odiamos el amor y tanto asco nos da, evitémoslo.

Pero después de esto, no me podréis negar que el amor nos mueve. En realidad, el amor mueve el mundo.

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