Y que la nuestra es una amistad que perdurará por siempre.
Puede que seamos parecidas pero también diferentes, tal vez sea cierto que los
polos opuestos se atraen. En nuestra amistad ella pone el sur. yo, el norte. Yo
pongo la cordura. ella, la locura. Yo soy la sensible. Ella, la fuerte. Ella
hace que pasen cosas, yo pongo la sensatez. Ella es la alta. Yo, la baja. Ella
es la pequeña. Yo. la mayor. Y es que es así, no hay más. No hay que buscar
razones a las cosas geniales como esta. Porque puede que el nuestro no fuese un
buen comienzo pero sé que tendrá un gran final.
Porque ella es la persona que me abraza cuando los demás no
saben que quiero llorar, ella es la que me consuela cuando los demás no saben
que me duele que se metan con mi altura, porque ella es la persona que sabe lo
que me va a suceder antes de que yo pueda ni imaginarlo, porque ella es la que
me da ese empujoncito que necesito para hacer cosas arriesgadas.
Y que hemos vivido demasiadas cosas juntas, tantas que es
imposible recordar todas. Por esos momentos que recordamos y nos reímos a
carcajadas, por los bajones juntas, por las lágrimas que han caído a la vez de
un ojo marrón y otro azul, por esos bailes, por esas bromas, por esas cosas que
sólo ella y yo sabemos hacer.
Porque ella es mi pequeña que como alguien la haga daño le
mato, porque aunque sea fuerte sé sus debilidades, porque sin ella mi vida no
tendría esa gracia, porque con ella puedo reír a carcajadas desde el momento en
que la veo, porque con ella me han pasado cosas increíbles.
Porque ella en sí misma es increíble. Más de media vida juntas. Tú y yo contra el
mundo, pequeñaja. Te quiero demasiado.