“Ésa soy yo. Una tonta adolescente que no busca su sitio en el mundo porque ya lo ha encontrado junto a un papel en blanco y una historia sin contar”.

lunes, 22 de septiembre de 2014

El alma mojada y las hojas secas

Seré la única loca a la que Septiembre no la amarga. Y que le encuentro su gusto a la lluvia y al color del cielo cuando está gris, que me gusta viajar con tormenta y sentir la amenaza de la naturaleza sobre mí. Que no lo encuentro tan desagradable eso de la nostalgia. Bueno, supongo que entonces no es nostalgia, por eso de Víctor Hugo "la melancolía es el placer de estar triste". Sí, Septiembre me vuelve melancólica. ¿Por qué iba a odiarle? No es un final, es un principio. Hay veces que hasta coinciden. En verdad creo que lo que me gusta es poder tener una excusa para llegar tarde y despeinada a todos los sitios. Me gusta cuando los días tienen el color de mis ojeras y comparten mi estado de ánimo. Me gusta cuando el cielo me llora encima y yo no puedo hacer nada para consolarle. Me gusta ver cómo los árboles cambian de color. Me gusta el sonido de las hojas marrones cuando las piso. Me gusta recordar mi infancia pasada por agua en un pueblo donde cada vez que llovía se inundaba la calle principal. Me gustan las calles grises coloreadas con los paraguas de la gente. Me gustan las sonrisas despeinadas en días de viento. El humor cambiante de las personas. Los abrazos para dar calor. La fuerte brisa golpeándome la cara. El frío en la cama. Mi excusa para mi mal humor de las mañanas.
¿Qué me hiciste, Septiembre?

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